jueves, 15 de mayo de 2008





Suena el despertador: las 6 de la mañana. Empieza el "baile". El tráfico, el trabajo, la compra, ¿que comemos hoy?, ¿a que actividad llevo a la niña esta tarde? El dentista, la tintoreria......


Cierro los ojos, y vuelvo a ver las playas de Almeria, inmensas, cautivadoras, sorprendentes...


Y la rutina ya no importa.


Y me siento libre de nuevo.

1 comentario:

Con Un Par de Sensores dijo...

Recuerdo aquella mañana blanquinosa.. qué tranquilidad allí, mientras esperábamos a ver si el sol se abria o no paso entre las nubes.. Buena toma ;-)