Suena el despertador: las 6 de la mañana. Empieza el "baile". El tráfico, el trabajo, la compra, ¿que comemos hoy?, ¿a que actividad llevo a la niña esta tarde? El dentista, la tintoreria......
Cierro los ojos, y vuelvo a ver las playas de Almeria, inmensas, cautivadoras, sorprendentes...
Y la rutina ya no importa.
Y me siento libre de nuevo.
1 comentario:
Recuerdo aquella mañana blanquinosa.. qué tranquilidad allí, mientras esperábamos a ver si el sol se abria o no paso entre las nubes.. Buena toma ;-)
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